lunes, 26 de julio de 2010


EL ESTILO DEL MUNDO. PROHIBIDO ENVEJECER

Buscando leones en las nubes cierra definitivamente sus puertas hasta el mes de septiembre. Os dejo ahora, como última muestra de esa recuperación de programas pasados que hemos presentado a lo largo de este julio terminal, la tercera edición de la serie consagrada a El estilo del mundo, el sugerente y en cierto modo anticipador libro de Vicente Verdú publicado hace algunos años por la editorial Anagrama.

En esta emisión postrera los fragmentos leídos se refieren a las cada vez más difusas fronteras de nuestra propia identidad; a la gozosa confusión de los roles sexuales; a la reformulación de los rituales del sexo, que se alejan progresivamente de los dictados reproductivos para adentrarse en el estéril disfrute y en el placer infecundo; al auge de la depresión como patología representativa de un mundo caracterizado por la falta de horizontes trascendentes; a los avatares de la religiosidad y sus sucedáneos; al enaltecimiento de lo natural, de lo ecológico, en un planeta hediondo y progresivamente contaminado; a la aspiración fáustica y algo infantil de la inmortalidad y a la consecuente proliferación de cosméticos, cirugías, masajes, tratamientos rejuvenecedores y, más modestamente, centros de spa; a la sacralización del presente, que adviene repentino llenando las pantallas y se esfuma sin apenas rastro en poco tiempo, y que tiene en el accidente, en el acontecimiento espectacular, en el brutal atentado su representación paradigmática; en la sospechosa apelación a la ética en los negocios, en la empresa, en la banca, en la mercadotecnia, en el arte; en la virtualidad, en fin, de la existencia, en su caracterización como suceso ficticio por el que el individuo deambula pasando de su condición de protagonista a la de mero espectador de su propia y sin embargo alienada vida. Como podéis comprobar, un muy interesante elenco de algunos asuntos esenciales en este convulso comienzo de siglo.

La dimensión global del mundo que vivimos puede apreciarse también en la selección musical del programa, fiel reflejo del mestizaje, de las interdependencias, de la mezcla, consustanciales a un planeta en red. Así, en la emisión suenan el Life on mars de David Bowie en la versión de la indonesia Anggun; el Smooth operator de Sade en una especie de masacre que en otro contexto resultaría intolerable aunque aquí hasta nos parece divertida, perpetrada por el grupo Señor Coconut, curioso nombre que encubre el dudoso talento del alemán Uwe Schmidt; el Voodoo child de Jimi Hendrix en la voz de la beninesa Angelique Kidjo; la famosa Back in the URSS de los Beatles interpretada por los rusos Baba Yaga; la emblemática La chica de ayer de Nacha Pop en una versión, mucho peor que la ‘nuestra’, de los americanos Gigoló Aunts; la dylaniana Knockin’ on heaven’s doors en traducción magnífica del brasileño Zé Ramalho; el I put a spell on you que popularizara Nina Simone en la interpretación de la belga, pero también egipcia, Natacha Atlas; el bellísimo Sometimes it snows in april de Prince en la versión de Les Natives de las Islas Martinica; y para finalizar, el Eu sei que vou te amar de Vinicius de Moraes y Tom Jobim recreado por el cubano Bebo Valdés y nuestro Diego “El Cigala”.

Y aunque mi galbana veraniega me aconseja no demorarme demasiado en el rastreo internáutico de vídeos, os ofrezco un interesantísimo diálogo grabado en la Biblioteca Central de Córdoba el 22 de marzo de 2010 dentro del ambicioso programa Conversaciones en La Central, patrocinado por esa institución andaluza. En esta ocasión (en internet os podéis encontrar bastantes más intervenciones del mismo ciclo) quienes conversan son nuestro invitado Vicente Verdú y Javier Gomá (autor del más estimulante, provocador, sugestivo, inspirador y apasionante ensayo que he leído en los últimos años: Ejemplaridad pública, publicado por Taurus) que charlaron bajo la rúbrica Ejemplaridad pública: la responsabilidad del ejemplo en una sociedad democrática. Desgraciadamente, de los cinco vídeos que integran la totalidad de la conversación falta el segundo, que por no sé qué extrañas causas no parece accesible; espero que disculpéis el salto que forzosamente se produce al intentar seguir con su natural continuidad todo el transcurso del debate.

Y así, con este extenso documento (extenso pero muy aleccionador e intelectualmente sugerente) cierro esta entrada. Os deseo a todos, de nuevo, unas felices vacaciones y un relajado (aunque intenso) mes de agosto. Confío en que sigáis con nosotros en Buscando leones en las nubes en septiembre, en la reanudación de las emisiones regulares de Radio Universidad de Salamanca. ¡¡Feliz (resto del) verano!!




El estilo del mundo. Prohibido envejecer

martes, 20 de julio de 2010


EL ESTILO DEL MUNDO. UNA REALIDAD TRANSPARENTE

El segundo programa de Buscando de leones en las nubes dedicado a El estilo del mundo que ahora, en estos calurosos días de julio, recuperamos para el blog sigue moviéndose en los mismos parámetros que el primero de la serie, publicado hace algunas fechas: textos extraídos del magnífico libro de Vicente Verdú, y música cosmopolita y variada, acorde con el espíritu globalizador que impregna la realidad de nuestras sociedades en estos albores del siglo XXI. Los fragmentos del libro de Verdú se desenvuelven en los ámbitos preferidos del autor: la disolución de las fronteras entre el poder político y el financiero; el potente, sinuoso y oculto imperio económico como una entidad superior, lamentablemente, a la muy tímida democracia; la profunda desigualdad del planeta; el auge de la vigilancia electrónica, del control informático y, en consecuencia, el estrechamiento de los límites de la libertad; la secular injusticia inherente al sistema multiplicada hasta el infinito; la desmesurada importancia de la imagen, de la televisión y de internet, hasta el punto de que no ya hay más realidad que la televisada; el zafio desarrollo de una, así llamada, cultura del espectáculo; la omnipresencia de las marcas, de manera que todo, universidades y museos, compañías de seguros y hospitales, autores, actores, deportistas, cada uno de nosotros en realidad, es ya una imagen de marca; el fin del artista creador y su progresiva suplantación por el ejecutivo, por el empresario, por el dinero, en suma; la transparencia de las carcasas de los ordenadores, de los edificios, de los relojes, de las blusas, de los tirantes del sujetador como emblema de la invisibilidad, de lo inalámbrico, de lo virtual, de lo inmaterial, signos todos de nuestro tiempo; el declive del hombre que corre en paralelo a la progresiva presencia de lo femenino en todos los espacios de la vida social, laboral e incluso familiar y personal...

Tan profundos y complejos temas, tratados, no obstante, por Vicente Verdú con sus consabidas fluidez y amenidad, surgen arropados por algunas canciones muy conocidas en los cinco continentes, que describen también, por ello, por su universalidad, por su carácter global, nuestro mundo actual, y que suenan en voces, podríamos decir, desplazadas, sacadas de su contexto natural. Así, por ejemplo, el catalán Albert Plá hace una muy sui generis interpretación de un clásico de Lou Reed que ha titulado El lado más bestia de la vida; el ugandés Geoffrey Oryema ofrece una respetuosa versión del Suzanne de Leonard Cohen; los fraudulentos Benzedrine Monks of Santo Domonica simulan una seudo gregoriana recreación del Losing my religion de REM; King Changó inventa en clave venezolana el Englishman in New York de Sting; la hispano libanesa Najwa Nimri pone su seductora voz a una Garota de Ipanema de Tom Jobim peor que algunas de sus versiones clásicas aunque igualmente interesante; la israelí Noa y el magrebí Khaled juegan a dúo en el clásico de John Lennon Imagine; los japoneses Pizzicato five atacan con gracia el sesentero e intemporal Mais que nada de Sergio Mendes; el italiano Adriano Celentano borda el Stand by me de Ben E. King; y por último la brasileña Rita Lee paladea su dulce Minha vida a partir de otro clásico, el In my life de los Beatles.

En la sección de vídeos, y de nuevo en aras de la brevedad, os dejo una entrevista más con Vicente Verdú, esta vez una breve intervención suya en un programa radiofónico en relación con otro de sus libros más recientes.




El estilo del mundo. Una realidad transparente

domingo, 11 de julio de 2010


EL ESTILO DEL MUNDO. LA VIDA EN EL CAPITALISMO DE FICCIÓN

En el año 2003 Vicente Verdú, publicó un libro, a mi juicio, esencial; una agudísima descripción de la vida en nuestras sociedades posmodernas en los albores, entonces, de un nuevo siglo. Su título era El estilo del mundo, la vida en el capitalismo de ficción, y fue publicado, como gran parte de la obra de su autor, por la editorial Anagrama.

¿Cómo es el mundo en el que vivimos? ¿Cuáles son los rasgos dominantes de esta inmensa sociedad global en que se ha convertido el mundo del siglo XXI? ¿Qué parámetros definen y dan cuenta de la vida de los más de seis mil millones de ciudadanos de este orbe inmenso en un universo que hasta hace pocas décadas se dibujaba con rasgos futuristas y de ciencia ficción? Durante tres semanas, hace algunos años, a lo largo de otras tantas emisiones, Buscando leones en las nubes ofreció un intento de aproximación a tan sesudas preguntas a través de los enjundiosos textos del excelente libro de Verdú; un libro, como os digo, lleno de inteligencia y agudeza, magníficamente escrito, cuyo propósito último, logrado con creces, era mostrar una especie de fotografía de la vida de las gentes en la sociedad globalizada, cosmopolita y en red de nuestros días. A lo largo de este agobiante mes de julio dejaré en el blog esos tres programas con la múltiple intención de paliar los efectos de nuestra ausencia en las emisiones regulares de Radio Universidad, interrumpidas por las vacaciones veraniegas, de acompañaros algunas semanas más con inteligentes textos y canciones estupendas, y, cómo no, de dar a conocer lo fundamental del pensamiento del sociólogo ilicitano.

En relación con los muchos aciertos que despuntan en la visión del mundo que ofrece Vicente Verdú en su libro, resulta obvio que estos muchos años transcurridos desde la aparición de El estilo del mundo no han pasado en balde. Es por ello que algunos de los datos, de las cifras, de las magnitudes que aparecen en la emisión han perdido parte de su actualidad, de su vigencia, en el acelerado tiempo frenéticamente consumido desde que el libro viera la luz. En un mundo en cambio permanente, uno o dos años (no digamos siete) suponen un salto imposible de digerir (¡¡pensad que en el libro no se menciona ni una sola vez, creo recordar, a Google!!). Tanto es así que el propio Verdú ha presentado recientemente, también en Anagrama, El capitalismo funeral, de nuevo un análisis, pesimista y demoledor (estamos en la tercera guerra mundial, afirma) y sin embargo igualmente certero y más actualizado, de los males de este delirante mundo nuestro devastado por crisis aparentemente inexplicables aunque en último término nada inocentes. Sin embargo, lo esencial del texto -vuelvo a El estilo del mundo-, el acertado diagnóstico de los problemas a los que se enfrenta el orbe al empezar el siglo, la atmósfera, el aire que describe el estilo de nuestras sociedades, no han cambiado y, muy al contrario, siguen manteniendo toda su virtualidad. Escucharéis, por tanto, si nos seguís durante este mes, la lectura de una serie de fragmentos que constituyen unos muy singulares y oportunos acercamientos a algunos de los grandes ejes en los que se desenvuelve la vida de los ciudadanos del mundo en este comienzo de siglo, en este comienzo de era podríamos decir, incluso, sin temor a exagerar. ¿Cómo son el sexo, la religión, la muerte, el comercio, el arte, la política, la identidad, la vejez, el ocio, el amor en nuestras sociedades? De todo ello habla Verdú, con pertinencia y criterio, con profundidad y rigor, con humor e inteligencia, con amplitud de miras y versatilidad, en este magnífico El estilo del mundo.

Para ilustrar esta fotografía de un mundo en red, los tres programas se nutren de música también cosmopolita y variada, fiel reflejo de las interdependencias, de las imbricaciones, de las mutuas fecundaciones entre territorios y estilos musicales diversos que coexisten en nuestras sociedades comunicadas tan exhaustivamente, tan obsesivamente. En estas tres emisiones podréis escuchar grandes clásicos de la música popular de nuestros días en versiones insólitas que demuestran la virtualidad, la potencia de esa idea matriz que explica el mundo de hoy: la de la aldea global. En un mundo globalizado proliferan las interrelaciones, las mezclas, lo mestizo, las libres apropiaciones, las recreaciones descontextualizadas… y así ocurre también con la música: versiones africanas de Bob Dylan o Leonard Cohen, interpretaciones de Bowie en clave indonesia, Bob Marley en japonés, los Beatles omnipresentes en Brasil, Rusia o la India… y también miradas norteamericanas sobre hits españoles, o quejíos flamencos sobre melodías de Police… En fin, muestras espléndidas de ese mundo uniformizado en el que desenvolvemos nuestras existencias y del que el paroxismo supuesta y paradójicamente identitario y diferenciador, singularísimo y colorista de los campeonatos mundiales de fútbol que hoy llegan -esperemos que con éxito; con nuestro éxito- a su fin, constituye un emblema paradigmático.

De manera que en esta primera emisión de Buscando leones en las nubes dedicada a El estilo del mundo, os encontraréis a la brasileña Ive Mendes cantando el If you leave me now de Chicago; a los senagaleses Toure Kunda con su interpretación del In the air tonight de Phil Collins; al Norwegian wood de los Beatles en la recreación angloindia de Cornershop; al clásico Proud Mary de los Credence Clearwater Revival en la sedosa versión de los alemanes Prozak for lovers; a los japoneses Nenes haciendo el No woman, no cry de Bob Marley; a nuestra Ángele con un peculiar Me recordarás, que traduce libremente el Every breath you take de Police; al portorriqueño José Feliciano con el I Can’t get no (Satisfaction) de los Rolling Stones; a otro clásico, el Waters of march de Jobim, en la inspirada versión de Cassandra Wilson; y al sufriente Sting encarando el Ne me quitte pas del belga Jacques Brel.

En la sección de vídeos, los calores estivales aconsejan la reducción de la oferta. Os dejo pues, tan sólo, el enlace a una larguísima grabación -hora y media en total- de una conferencia, seguida de debate, de Vicente Verdú en la Fundación César Manrique. Aunque sus destrezas en la comunicación oral no llegan ni de lejos a su maestría en la escritura, aunque el comentario preliminar del presentador es deplorable, aunque las intervenciones del público suelen incurrir en esa aborrecible práctica -tan habitual en eventos de este género- de dejar fluir libremente el supuesto talento del que formula la pregunta, hasta el punto de que los torpes desvaríos de éste, lamentablemente, acaban suplantando -nuestro ego siempre irrefrenable- las respuestas del invitado, pese a tantas limitaciones disuasorias espero que las palabras de Verdú puedan interesaros.


El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción